Esta es una buena forma de
ir aprovechando todas esas botellas de plástico que consumimos. Vamos a hacer
unos cuencos.
Para ello vamos a necesitar:
Unas botellas de plástico de
cualquier tamaño.
Tijeras o cúter.
Plancha.
Yo en esta ocasión escogí
dos grandes de pepsi y una de casera, tengo que decir que se nota la calidad de
un plástico y otro, ya lo veréis. Lo primero de todo lavar bien el fondo de las
botellas y secarlo.
Tan solo necesitáis,
recortar la botella por el sitio que queráis (eso dependerá de cómo queráis los
cuencos), o igual queréis haceros un jarrón, ahí escogéis vosotros.
Una vez que lo tengáis
cortado, ¡a planchar! Si, si habéis leído bien, con la plancha caliente (IMPORTANTE:
SIN VAPOR), apretáis la superficie que acabáis de cortar y poco a poco se va
doblando solo hacia dentro, no tiene más misterio, y que no os de miedo
utilizar la plancha, ni se pega ni nada de verdad.
Este es el resultado. ¿Qué
os parece? ¿Resultón, eh? Nosotros los usamos para guardar las pajitas, los
rotuladores (estos los decoramos con pegatinas de colores, y los más grandes
los aprovecho para organizar el cajón de la costura.
Espero que os guste esta
idea y si tenéis cualquier duda, ya sabéis. ¡¡Preguntar!!!
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